domingo, 17 de mayo de 2009

Hablar con los niños sobre sexo y sida: ¿A qué edad es recomendable comenzar?


¿Cuál es la edad adecuada para tener "la plática", no sólo sobre de dónde vienen los niños, sino también sobre sexo y el SIDA? Un documental, titulado "Please Talk to Kids About AIDS" (Por favor hablen con los niños sobre el SIDA) pone en la mesa esta pregunta de una manera enternecedora pero inquietante. El documental (de unos 15 min) puede conseguirse en:


En éste, dos niñas pequeñas, dulces y precoces, Vineta y Sevilla Hennessey, de edades 6 y 4, acompañan a su padres, los productores del film, a la Conferencia Internacional sobre SIDA 2006 en Toronto, Canadá. Ellas entrevistan a líderes expertos en SIDA, activistas gay, distribuidores de condones, una vendedora de juguetes sexuales, un transvesti disfrazado de la reina Elizabeth II y un hijra indio transsexual vestida de sari.

El aspecto inquietante del film, es que, mientras una pregunta infantil conduce a la siguiente, preguntan cosas como: "¿cómo es que el sida entra a tu cuerpo?", y "¿cómo es que quieren tener sexo?". Para un reportero, constituye un placer culposo el ver a algunos de los mejores científicos de clase mundial retorcerse -o no- cuando son acorralados por una niña.

El Dr. Anthony S. Fauci, una de las más reconocidas autoridades en cualquier asunto relacionado con virus, parece tan relajado como cuando está en la televisión o ante el Congreso. "Ya saben", dice, "cuando un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales pueden infectarse. Y también cuando se inyectan con una jeringa que esté contaminada con el virus". Pero, igual ante las niñas que ante los senadores, el Dr. Fauci se desvía casualmente de las preguntas que seguirían, adelantándose con "¿Saben lo que es un virus"?.

En contraste, el Dr. Mark A. Wainberg, el copresidente de la conferencia, se deshacía en risa nerviosa: "Bueno, el SIDA entra en tu cuerpo de maneras que - pueden ser complicadas de explicar a niñas pequeñas", dice, continuando con "De la misma forma en que una mami y un papi tienen una relación que... resulta en que vengamos al mundo. Pero, sabes qué, preguntaste una gran pregunta. Sólo que no estoy seguro de estar preparado para responderla."

Las niñas obtienen respuestas directas sobre la unión de los cuerpos, de Craig McClure, el director de la sociedad para el SIDA, y sobre intercambiar sexo por dinero, de una activista por los derechos de la prostitución.

Pero el documental está lejos de ser una conferencia médica. Las actividades teatrales en los pasillos - banderas, marionetas, danzantes - le dan a la conferencia un aire de festival. De hecho, una parada no planeada en la mesa del Proyecto Condón, inspiró a los productores, Brian Hennessey y Radia Daoussi, a centrar el film en sus niñas. Sevilla pensó que los paquetes brillantes eran dulces y le encantó el vestido de Cenicienta y los tutús hechos de condones azules y rosas. Preguntó sobre ellos, y la dificultad por la que pasó un voluntario para transformar su elaborado discurso en palabras más sencillas que "desestigmatizar" dejó ver claro que la inocencia de un niño provocaría buenas entrevistas. Pero la inocencia - que es fugaz - se escapó. En un momento, Vineta enseña a la cámara un dibujo de dos personas en la cama. "Estos son condones", explica sobre el bol detrás de ellos, "que se ponen en el pene de un chico, para que no tengan SIDA con una mujer o con un hombre. Un hombre puede hacerlo con un hombre si lo quiere".

Lo que es curioso, sólo algunos entrevistados buscaron asegurarse de que el productor y el camarógrafo eran Papá y Mamá, cuyo consentimiento debiera ser crucial antes de responder las preguntas a las niñas. La mujer en el puesto de trabajo sexual lo preguntó, mientras les daba estolas de plumas a las niñas para que se imaginaran una noche en la calle. "Me estaba preguntando para qué traían a niños aquí", le dijo al señor Hennessey.

El pobre Dr. Wainberg dijo que estaba abrumado organizando la conferencia y que no le habían dicho nada sobre las niñas antes de que se las presentaran. "Estaba un poco consternado", dijo después en una entrevista telefónica. "No estaba seguro de que fuera el lugar y momento para entrar a una larga explicación sobre las abejas y los pájaros". El Dr. Fauci dijo que había sido prevenido por un asistente de prensa, y guió sus respuestas por las reacciones de las niñas.

Las niñas parecían en control de sí mismas y cómodas en la presencia de los adultos. Al preguntarle un miembro del público si tenía algún consejo, Vineeta dijo: "Sí, no compartan muchas cosas. Es como lo que dicen en mi casa", explicó. "No compartas un cepillo o un sombrero porque te puedes contagiar de piojos". Según la señora Daoussi, no hay una edad correcta para abordar el tema. "Es cuando los niños están listos para preguntar", dice. "Es nuestra propia incomodidad con el tema, no la de ellos. Los niños no tienen tabús".

Pero el documental no está dirigido a niños, ciertamente no en la forma en la que se encuentra actualmente, según dicen sus productores. Sin embargo, esto nos orilla a preguntarnos como tratar el tema con nuestros propios niños.

Ahora soy yo, Tamara. No tengo hijos ni hijas a los cuales tenga que explicarles este tipo de temas, pero el artículo me pareció muy interesante. Muchos de los prejuicios con los que cargamos hasta llegar a la vida adulta provienen de la niñez, no sólo de las cosas que nos dicen en la casa y en la escuela, sino también de lo que NO nos dicen. Estoy de acuerdo con Daoussi, la edad correcta para hablar de cualquier tema es cuando los niños están listos para preguntar, o cuando se presente la oportunidad de hablar de ello, cuidando que las respuestas estén al nivel de lo que los niños pueden entender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario